Tengo la impresión de que todos los viernes pincho la misma canción
TORMENTAS IMAGINARIAS (JOSE IGNACIO GARCÍA LAPIDO)
Quiero caer
en un letargo y dejar mi destino en tus manos
No quiero saber
si dejo rastro ni a donde conducen mis pasos
Canciones de cuna y de rabia
se mezclan en la madrugada
en mi cabeza
rugen tormentas imaginarias
Quiero beber
agua de sueño y sentir como escapa a mi tiempo
vuelta al ayer
al mismo templo al pozo de los deseos
Botellas que escancian plegarias
rumores de armas cargadas
en mi cabeza
rugen tormentas imaginarias
Desiertos que nunca crucé
y trenes que nunca tomé
vendrá la hora incierta
en la todas las respuestas
se agolpen tras la puerta a la espera de un porque
Quiero encontrar
un buen refugio contigo huyendo del mundo
quiero encontrar
un buen refugio y que el fuego nos convierta en humo
Flores con sangre en su savia
estatuas que buscan su alma
en mi cabeza
rugen tormentas imaginarias
en mi cabeza
rugen tormentas imaginarias
La semana pasada mi abuela me mando un regalo para mi niña, un albornoz precioso con sus zapatillitas de baño a juego, una monada. Candela va a ser su primera bisnieta.
Mi abuela es escorpión como yo, acaba de cumplir 85 años, no le parecen muchos, está convencida de que le queda vida para rato. Presume de familia longeva, pero su madre la dejo huérfana a los 14 años, muy poco después de que su hermana mayor muriese con 18. Dejó la escuela que era lo que más le gustaba y se hizo cargo de su hermanos. Las cosas no le iban demasiado bien a mi bisabuelo, así que por si tenía poco, completaba los ingresos familiares trabajando en un estanco.
No sé como se organizó, ni como lo llevo mi abuelo, pero mi abuela solo tuvo un hijo, mi padre, solo uno por convencimiento propio, por que fuese niño o niña, le iba a dar estudios, y con más quizás no hubiese podido.
Con 17 años se puso una camisa roja y se fue a la manifestación del primero de Mayo, esto le acarreó algún que otro problema. Salvó el pelo y la vida gracias a unas amigas de la parroquia, falangistas, que la escondieron en su despensa. Mi abuela Concha se morirá así, muy de izquierdas y muy católica.
Mis otras dos abuelas eran hermanas. Sus padres se dedicaban al comercio en Cartagena, las cosas les iban bastante mejor que a mi familia del Norte. Pero llegó la guerra y a los muy tontos le dio por ayudar en lugar de hacerse ricos con el estraperlo, ¡que cosas!.
Mi abuela María se murió de tuberculosis cuando mi abuelo estaba en la cárcel, tenía dos niñas pequeñas, mi madre de 5 añitos y mi tía de pocos meses. Su hermana Mercedes se hizo cargo de las dos. Cuando su novio, al que quería con locura, le pidió exiliado en Francia, que se reuniese con él, que había conseguido trabajo y un sitio para vivir, mi abuela Mercedes le dijo que no, que todavía no podía, que se le partía el alma si abandonaba a sus niñas. Terminó casándose con mi abuelo cuando por fin salió de la cárcel, en aquella época era la única forma de poder seguir cuidando a sus niñas. No tuvieron ningún hijo propio.
Mi abuela Mercedes se murió hace poco, hace dos años, se murió sin saber que conocíamos su historia. Siempre le pidió a mi madre que no nos contase nada, que no fuésemos a dejarla de quererla, por no ser nuestra abuela de verdad.
Finalizó aquí está pequeña miniserie dedicada al número tres.
Como muy bien apuntaba ayer Rita, se me olvidó el tres más importante:
Sr.X + Fatalidad + Candela
La foto nos la hicieron en FNAC para:
Este fin de semana he cumplido 33 años, el mismo día que hacía el número 3 de la semana 33 de mi embarazo. Demasiados treses me parecen a mí.
El Sr. X. me preparó el fin de semana perfecto:
Escapada a Ronda.
Estancia en el hotel Monte Lirio. En la suit Málaga. Las vistas impresionantes al tajo.
Cena en mi restaurante preferido:
Casi sonrió para la foto:
Nótese que el colgante y la pulsera son nuevos y preciosisimos, regalo del Sr. X., por supuesto.
Tengo la impresión de que todos los viernes pincho la misma canción
TORMENTAS IMAGINARIAS (JOSE IGNACIO GARCÍA LAPIDO)
Quiero caer
en un letargo y dejar mi destino en tus manos
No quiero saber
si dejo rastro ni a donde conducen mis pasos
Canciones de cuna y de rabia
se mezclan en la madrugada
en mi cabeza
rugen tormentas imaginarias
Quiero beber
agua de sueño y sentir como escapa a mi tiempo
vuelta al ayer
al mismo templo al pozo de los deseos
Botellas que escancian plegarias
rumores de armas cargadas
en mi cabeza
rugen tormentas imaginarias
Desiertos que nunca crucé
y trenes que nunca tomé
vendrá la hora incierta
en la todas las respuestas
se agolpen tras la puerta a la espera de un porque
Quiero encontrar
un buen refugio contigo huyendo del mundo
quiero encontrar
un buen refugio y que el fuego nos convierta en humo
Flores con sangre en su savia
estatuas que buscan su alma
en mi cabeza
rugen tormentas imaginarias
en mi cabeza
rugen tormentas imaginarias
Bien, la mayoría opina que tenía que haberme encarado con los necios de la cafetería, yo para variar estoy con la mayoría. Pero en contra de todos los pronósticos y tirando por tierra más de 30 años de impecable trayectoria intransigente, la paciencia esta haciendo acto de presencia en mi vida.
He leído que cada vez que nos alteramos, enfadamos o nos llevamos un disgusto segregamos no sé que sustancias químicas que pasan a nuestra sangre, si estas embarazada el feto lo percibe y parece ser que no le gusta ni un pelo. Por eso intento evitarme berrinches No siempre lo consigo. Pero lo intento. El ultimo gordo fue hace poco y como casi acaba mal estoy intentando ser todavía más cauta.
EL PASO DE PEATONES, ¿MITO O REALIDAD?
Hace cosa de un par de semanas, cuando volvía a mí casa a eso de los tres de la tarde, casi me atropellan y después de eso casi me agreden. Sé que las tres es una mala hora, la gente va cansada, tiene hambre, somos animales.
Me disponía a cruzar el último paso de peatones de mi recorrido, miré a los lados, y como no vi coches acercándose empecé a cruzar, a paso de tortuga octogenaria sí, pero no por capricho. De repente un coche que venía lanzado paró en seco, su conductora se puso a pitar como una loca, y a vociferar, gracias a Dios no oí lo que me decía. Pero aun así me irrité muchísimo y me planté delante su parabrisas con los brazos en jarras y le pregunté a ver que problema tenía, lo intenté pero no pude quedarme callada y terminar de cruzar, que es lo que tenía que haber hecho. La tía hizo el ademán de bajarse del coche y me amenazó con el puño. Era una chica joven, más joven que yo, unos 27 o 28 años, y no me explico como en tan poco tiempo se puede almacenar tanta mala leche. Me asusté, de verdad, por Candela. Si llego a estar yo sola, si Candela hubiese sido una realidad o un proyecto a largo plazo a lo mejor hubiesemos llegado a la violencia física. Pero en mi estado no me arriesgué a llevarme un puñetazo en la barriga.
Conclusión, llegue a mi casa con taquicardia, un disgusto morrocotudo y una sensación de impotencia que tardo días en diluirse. Y total ¿Para que? Para nada, por eso antesdeayer me calle y en paz. Seré un poco ilusa, pero valoro la paz.
Málaga 19:30 de la tarde
Cafetería de un centro comercial, solo con servicio en barra.
Barra con un solo camarero.
Varias mesas libres, una cerca de la barra y las otras a unos pocos metros.
Embarazada cargada con varias bolsas pesadas, ciática y zumo de naranja se encamina lentamente hacia la mesa más cercana.
Pareja cargada solo con una mochila vacía y un par de refrescos tratan de adelantar a la embarazada.
La embarazada que esta embarazada pero no es imbecil les cierra el paso y se sienta en la mesa cercana.
Mujer gilipollas le dice a su acompañante: ¿Te has fijado en esa tiparraca? ¡Que poca vergüenza, nos ha quitado la mesa Y lo dice en un tono lo suficientemente alto como para ser oído fuera del centro comercial.
Mujer embarazada piensa: El camarero me atendió primero a mí, y me he encaminado directamente hacía la mesa, esta tía tiene que haber perdido la cabeza
Mujer embarazada saca recortada del bolso y le vuela la tapa de los sesos a la mujer gilipollas.
La mujer embarazada ya no duda, la mujer gilipollas ha perdido la cabeza.
Ayer se me ocurrió ir a una de las charlas de prenatal, a la de embarazo y lactancia Tenía curiosidad porque la cuñada de mi hermana se ha vuelto una experta después de asistir a una de ellas...Y claro ser experto en algo después de una hora exposición queráis que no, escama
Pues bien, me quede helada, estuve a punto de decirle un par de cosas a la supuesta monitora o lo que fuese Pero como la timidez puede conmigo al final no dije nada.
Me mosqueó un poco que la charla empezase con un se han conseguido leches artificiales que ya apenas se distinguen de la natural , pero como acto seguido enumeró las ventajas de lactancia materna, pues nada, espere... Y Claro, hice mal por que tenía que haberme largado en cuanto vi el panorama. Si me fiase de lo que contaba aquella tiparraca, yo lo habría hecho todo mal: no me embadurno con ningún tipo de mejunje varias veces al día por ejemplo, por poner uno de los 50 "productos-ejemplo" que te querían vender. Ya sé que no me lee nadie que vaya a embarazarse en breve, pero el mejor cuidado antes es ninguno, y después unas gotitas de tu propia leche, vamos eso dice la Organización Mundial de Salud que del tema algo debe de saber.
He pensado en escribir un correo a atención al cliente, diciéndoles que no me he tragado sus cuentos, claro que me podrían contestar en base a que, yo que no he amamantado nunca me quejo sin saber, pero vamos eso es lo de menos... ¿Sabéis que es lo de más?, que cuanto más me convenzo de algunas cosas, más loca se creen que estoy los que me rodean, que si me paso demasiado tiempo en internet, que si me dejo guiar por no se que pandilla de majarás, bla, bla, bla...me he apuntado algún foro que otro, lo reconozco. Y claro, la que piensa raro soy yo, pienso raro por que no pienso como la mayoría, pero si la opinión de la mayoría la forma desinformación del tipo de la ayer, ya me dirás tu a mí, que posibilidades tengo de que no me mareen. Hace poco tenía miedo, últimamente me ha dado por partirme de risa, que yo creo que es la opción más sana para mi y para mi hija.
Hacía años, por lo menos veinte, que no me cruzaba con una señora culebra. Y además, mira que era temprano...
Ayer en preparación al parto nos pusieron un video. La "psicóloga", nos dijo es X, X, se ve todo, y de X nada monada, era gore, gore. No he dormido, y no puedo escribir por que tengo un par de imágenes (incluyen chorros de sangre) clavadas con chinchetas en el cerebro que impiden su funcionamiento.